Repercusiones dentro y fuera del podcasting
Esta entrada va referida a lo sucedido en los últimos días (más bien diría que meses) respecto al caso Meizu, llamado así por respeto a los implicados. Seguramente muchos no estéis al tanto de lo ocurrido pero os lo explico en dos líneas: un podcaster, bastante querido en el entorno tecnológico, publicó dentro de uno de sus programas unas declaraciones nada favorables hacia su trabajo las cuales fueron utilizadas por otra persona para comunicar a dicha empresa cómo hablaba de ella un trabajador suyo. El resultado: despido del podcaster casi inminente.
Bien, aquí no quiero hacer valoraciones morales sobre el sentido común de lo que se hace o se deja de hacer en la red de redes o respecto a la privacidad en la red. Creo que somos mayorcitos para saber cómo comportarse. No. El problema está en que están sucediendo ataques de, según parece ser, un mismo grupo de personas hacia otros podcasters del mismo entorno del afectado comentado anteriormente. Con ataques me refiero (y espero que se quede ahí) a intentos de hackeo de cuentas, amenazas del mismo estilo a las llevadas a cabo en el caso Meizu o usurpación de contenidos y su redistribución por la web bajo no se sabe qué finalidad. Y estos ataques comenzaron antes de verano y se han sucedido a lo largo de éste. La verdad es que existe en ese entorno en particular cierta endogamia que tanto se ha criticado en el podcasting y que parece ha desembocado en esto. Pero no veo necesidad de llevarlo fuera de ese mismo entorno.
Esta esfera del podcasting ha tenido mi respeto desde el principio. La creación de contenidos de forma altruista (al menos en el caso que tratamos, sí) dice mucho de las personas. Os lo aseguro, que estoy metido en varias ramas de divulgación y es así. Trolls siempre ha habido al igual que en el blogging. Pero los verdaderos malos rollos se han intentado tratar siempre con dos dedos de frente: reuniéndose los implicados y hablando del tema. Ya fuera vía conferencia o en un café. La buena comunicación entre podcasters y con los oyentes ha sido siempre algo digno de alabar en este pequeño medio de difusión de contenidos. Siempre. Y más con lo fácil que lo tenemos con todas las herramientas tecnológicas.
El problema, que puede parecer a alguno más sensacionalista que otra cosa, nos salpica de lleno a los que consumimos podcasts. La desconfianza y miedo hace que, por ejemplo, perfiles de redes sociales se vuelvan más privados (provocando que la comunicación y difusión se quiebren) o directamente se abandone el podcasting. Y esto ha ocurrido en un entorno que a muchos ni fu ni fa. Pero imaginaos que proyectos con la trayectoria que tienen como Kafelog, La órbita de Endor o Gravina 82 (por decir algunos que seguro conocéis) se vayan a pique por cosas como estas. O que, peor aún, sus integrantes se vean envueltos en problemas así y tuvieran que dejar este 2.0 en post de poder vivir tranquilos.
No tuve la oportunidad de escuchar lo afirmado por parte de Meizu que provocara todo lo sucedido. Y tampoco si ha sido reincidente en sus declaraciones. Más que nada porque no se puede estar en todos los lados. Pero otras declaraciones desafortunadas se han tenido en cuenta, han sido recriminadas de forma silenciosa y corregidas por podcasters. Y no se ha venido abajo el mundo. Eso de «hablando se entiende la gente» viene perfecto en un medio como este.
En fin, os aconsejo que escuchéis el programa de nuestro compañero Sunne en su podcast La Sunnecracia. Allí se comentó lo ocurrido, a modo de mesa de debate, haciendo hincapié en los límites que se deben tener en cuenta a la hora de difundir contenidos y sus repercusiones. Además, proporciona los audios de compañeros del podcaster llamado Meizu explicando lo sucedido y con la lectura de una carta redactada por el afectado.